Mostrando los 7 resultados
SAKAMOTO DAYS 01
Comparar
• Formato tankoubon con sobrecubierta. Taro Sakamoto era un asesino a sueldo que dejó todo atrás cuando conoció a la mujer de su vida. Tiempo después, con una hija y unos cuantos kilos de más, vive una vida tranquila como dueño de un konbini, aunque su instinto sigue intacto. Un
SAKAMOTO DAYS 02
Comparar
• Formato tankoubon con sobrecubierta. Taro Sakamoto era un asesino a sueldo que dejó todo atrás cuando conoció a la mujer de su vida. Tiempo después, con una hija y unos cuantos kilos de más, vive una vida tranquila como dueño de un konbini, aunque su instinto sigue intacto. Un
SAKAMOTO DAYS 03
Comparar
• Formato tankoubon con sobrecubierta. Taro Sakamoto era un asesino a sueldo que dejó todo atrás cuando conoció a la mujer de su vida. Tiempo después, con una hija y unos cuantos kilos de más, vive una vida tranquila como dueño de un konbini, aunque su instinto sigue intacto. Un
SAKAMOTO DAYS 04
Comparar
• Formato tankoubon con sobrecubierta. Taro Sakamoto era un asesino a sueldo que dejó todo atrás cuando conoció a la mujer de su vida. Tiempo después, con una hija y unos cuantos kilos de más, vive una vida tranquila como dueño de un konbini, aunque su instinto sigue intacto. Un
SAKAMOTO DAYS 05
Comparar
• Formato tankoubon con sobrecubierta. Taro Sakamoto era un asesino a sueldo que dejó todo atrás cuando conoció a la mujer de su vida. Tiempo después, con una hija y unos cuantos kilos de más, vive una vida tranquila como dueño de un konbini, aunque su instinto sigue intacto. Un
SAKAMOTO DAYS 06
Comparar
• Formato tankoubon con sobrecubierta. Taro Sakamoto era un asesino a sueldo que dejó todo atrás cuando conoció a la mujer de su vida. Tiempo después, con una hija y unos cuantos kilos de más, vive una vida tranquila como dueño de un konbini, aunque su instinto sigue intacto. Un
SAKAMOTO DAYS 07
Comparar
• Tomo de aproximadamente 200 páginas. • Formato tankoubon con sobrecubierta. Taro Sakamoto era un asesino a sueldo que dejó todo atrás cuando conoció a la mujer de su vida. Tiempo después, con una hija y unos cuantos kilos de más, vive una vida tranquila como dueño de un konbini,